¿Eres viticultor y te gustaría abrir una bodega de venta, o incluso desarrollar una actividad de enoturismo? Pero antes de empezar, infórmate de la rentabilidad de una bodega. Exactamente, ¿cómo lo sabes? ¿Cuáles son los criterios a tener en cuenta para saberlo exactamente?

¡El local de venta en pleno éxito!

Sobre todo, debes saber que una bodega corresponde al lugar donde el enólogo (es decir, la empresa que vinifica la bebida) vende sus vinos. Puede ser un punto de venta colectivo, o un punto de venta individual. A diferencia de comprar en un comerciante de vinos, grandes minoristas o tiendas en línea... la bodega ofrece la ventaja de ser más fácil de usar y, en ocasiones, poder ofrecer precios más atractivos para el cliente final, debido a la ausencia de un intermediario.

Precisamente, su facilidad de uso le da notoriedad entre los clientes. De hecho, la bodega es el lugar donde los amantes del vino pueden degustar antes de comprar. Cuando cumple con este requisito, atrae tanto a clientes locales como nacionales. Incluso debe ser capaz de seducir a extraños.

Como puede ver, la bóveda debe hablar por sí misma. De boca en boca, debe ser capaz de cautivar a todos los amantes del vino.

Calidad primero

Obviamente, la cálida bienvenida no es el único criterio a considerar. Para juzgar la rentabilidad de una bodega, también es necesario referirse a la calidad de los vinos a la venta así como a la calidad de la acogida, para poder ofrecer una experiencia de calidad en su conjunto.

En una bodega, los clientes ciertamente esperan poder comprar vino, pero no solo eso. Quieren descubrir y aprender más sobre la producción, los métodos, el terruño y la historia.

Así, una bodega nunca es, en última instancia, más que un lugar de venta. En efecto, debe ofrecer al cliente una experiencia, aunque sea corta, que le permita proyectarse y asombrarse con tu historia.

La calidad del servicio es también un criterio para evaluar una bodega. Aquí, los inquilinos del lugar no solo deben enfocarse en los vinos, sino que también deben resaltar la calidad de los servicios. Normalmente, deben poder asesorar a sus clientes sobre qué botellas comprar. También tendrán que estar atentos, para mejorar al máximo sus servicios.

La medida de la rentabilidad.

Pero la bóveda no es solo un lugar de venta y una unidad de venta adicional. De hecho, contribuye a la notoriedad de la marca a nivel mundial. Por lo tanto, si analiza solo la rentabilidad de su bodega, la rentabilidad puede parecer baja o incluso negativa.

Es importante diseñar su bodega e integrarla completamente en su estrategia general de marketing y ventas, para establecer sinergias reales con sus otros canales de distribución en Francia o en el extranjero.

Esta bodega se convierte entonces en un verdadero embajador que le permite crear y contar historias, que podrá transmitir en las redes sociales, para poder recibir a sus distribuidores y agentes, para ofrecerles también excursiones a sus mejores clientes. En definitiva, toda una estrategia que permite que tu marca brille desde tu local, a los 4 rincones del mundo.

¿Necesita ayuda para configurar u optimizar su estrategia de marketing? Póngase en contacto con nosotros.

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